Esta historia ocurrió un lunes 15 de octubre, salimos unas catorce o quince personas a recoger setas al bosque, íbamos con un setero especializado cuyo nombre es Emilio, ese día recuerdo que estaba soleado pero con algo de frío. En fin, empezamos como zagales a recorrer el bosque, había muchas cuestas, muchos cortes de tierra, etc. Ese bosque era de alcornoques y también había algunos pinos, entonces empezamos a hablar que por ese terreno debía de haber chantarelas, pero salía todo tipo de setas menos esa, entonces empezamos con el cachondeo de haber quien era capaz de encontrar algunas, no sabíamos como era, este hombre, Emilio, nos empezó a explicar como eran esas setas, todos íbamos ilusionados cada uno por un lado, al cabo de unos minutos me encontré una seta así de color amarillo vainilla de forma arrugada y no tenía láminas si no pliegues, que les llegaba hasta el tronco, entonces me dije, ¡esto es una chantarela! y salí corriendo gritando ¡ya me he encontrado una, soy el primero! y efectivamente se lo enseñé a Emilio y me dijo: “sí señor, eso es una chantarela y entonces nos motivamos todavía más, ya empezamos cuesta arriba, cuesta abajo. Uno se resbaló y llegó a caerse, en fín todos ilusionados y así empezamos a coger una y otra hasta llegar a llenar la cesta que llevábamos. Bueno, el tiempo pasó muy rápido o a nosotros se nos hizo demasiado corto, el cuento es que nos quedamos sin tiempo y entonces tuvimos que regresar a la casa, y mientras llegamos o no por el camino, el cachondeo no faltaba, que si yo he cogido más, que si tú menos.En fin, no faltaban las bromas y así quedó esta aventura con el profesor Emilio que se llevría un buen recuerdo nuestro.
vivencia de:
JUAN LÓPEZ
Me recuerda a mi padre, cuando nos llevaba con el a coger setas y caracoles, bueno y lo que viéramos. Me ha gustado mucho
ResponderEliminar